jueves, 29 de abril de 2010

Petróleo en el golfo de México.


Crecen día a día los daños causados por la explosión de una plataforma estadounidense y su posterior hundimiento. El accidente se inició el 20 de abril y once personas están desaparecidas.

Aparentemente provocado por un aumento de presión en el pozo petrolífero, el derrame continúa: todos los días, cantidades equivalentes a unos 1.000 barriles de crudo se están esparciendo en el Golfo de México, y el impacto ambiental del accidente tendrá consecuencias catastróficas.


Hace unos pocos días, la superficie del Golfo afectada por el derrame era de cerca de 1.000 km2, pero el petróleo sigue escapándose sin control. La compañía Transocean, propietaria de la plataforma y que la había alquilado a la empresa British Petroleum para la explotación del pozo, se está encargando de intentar detener el desastre.

La intención de Transocean es, con el auxilio de otras dos plataformas, perforar un pozo de alivio, llamado así por la intención de detectar el escape de petróleo y detenerlo mediante la inyección de un líquido pesado.

Sin embargo, los fenómenos climáticos presentes en la región, con lluvias y tormentas frecuentes, además de un intenso oleaje, están complicando la realización de las tareas que ayuden a aliviar las graves consecuencias de la explosión y el derrame de petróleo en el Golfo de México.

La 'marea negra' amenaza ahora con contaminar los frágiles pantanos de Louisiana, en el sur de Estados Unidos. Una parte de la napa de petróleo, que tiene 965 km de circunferencia, se separó del resto y podría alcanzar directamente este jueves a una reserva natural sobre la costa debido a los vientos fuertes en la zona, dijo Jindal citando informes de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).

Las autoridades han recurrido además a otra técnica: para intentar contener la progresión de la marea negra, los equipos de intervención incendiaron el miércoles una porción de la mancha. Una flotilla desplegada por los guardacostas y por BP logró rodear parte de la fuga y atraparla entre las barreras flotantes. Una "pequeña boya" fue enviada de inmediato al interior de esa mancha e inició un fuego con éxito, según los guardacostas.

Pero un cambio en la dirección de los vientos amenazaba con anular los efectos de este ensayo de incendio "controlado".

En el pasado, intentos similares tuvieron éxito en quemar entre el 50 al 90% del petróleo atrapado. Los equipos tienen la intención de continuar con los incendios en los próximos días.

Incendiar la mancha de petróleo también trae nuevos problemas ambientales, despidiendo enormes nubes de humo negro tóxico hacia el cielo y dejando residuos aceitosos en el mar, por lo cual estas operaciones deben ser constantemente monitoreadas.

A continuación hay algunos posibles impactos ambientales del derrame sobre el medio ambiente, la pesca comercial, la vida silvestre y el turismo en la zona:

INDUSTRIA PESQUERA

- Varias firmas pesqueras podrían resultar afectadas por el derrame. La pesca del menhadenes la tercera mayor de Estados Unidos y en algunas temporadas es la segunda mayor, de acuerdo a Greenpeace.

- El norte del Golfo de México es un terreno crucial de desove en esta época del año para la población atlántica de atún de aleta azul, que está en peligro de extinción. Sus huevos flotan cerca de la superficie y las larvas también están cerca después de su primera incubación. Así que el derrame ha ocurrido en un momento crítico de su ciclo de vida.

- Pérdidas también podrían producirse a las industrias del camarón y la ostra de Luisiana. Las ostras son alimentadas por filtros y no pueden nadar para escapar de la mancha.

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